domingo, 9 de septiembre de 2007

"P E R D I D O _ E N _ U N _ B A R" ...coming up soon...

Otra rallada más
…Ahora escribo desde lo más profundo de un bar, la última mesa al fondo, iluminado apenas por una lamparita sesentera que tintinea dos mesas más allá, con un ir y venirse como de tormenta tropical, pero que no es sino síntoma de lo gastado de la bombilla y de lo antiguo todo del lugar (…) pero bien sabe dios que hubo un tiempo en que yo estuve allá afuera, entre todos los otros, un tiempo que –al menos así aparece en mi memoria- lucía soleado, en que la gente me quería o al menos me conocía, o al menos me recordaba, que disfrutaba de familia, de amigos o gente que aparentaba serlo, un tiempo en que mi esquiva sonrisa aún engatusaba a las chicas, y mi franca honestidad hacía de mí alguien entrañable o confiable para las relaciones, los tratos, los asuntos de trabajo…

…Pero cómo decía la canción, “…ahora el mundo es muy viejo / y el cielo está demasiado lejano”, o al menos así es para mí, desde el día en que, inopinadamente, caí en este extraño y apartado bar, en esta cárcel del pasado que me mantiene como retenido en el tiempo, pudiendo atisbar solamente las imágenes de mis recuerdos, como en una tela de araña, una tela de araña fuera del tiempo, porque, como dijo otro alguien “el presente nos traiciona constantemente”. Y el presente, en esta especie de limbo en el que ahora ando cotidianamente, es algo que, por aquí al menos, no se deja atisbar…

Desde el día en el que tuve la pésima idea de entrar aquí…

(muy próximamente, más…)

Este video me recuerda extrañamente una vieja experiencia personal:

1 comentario:

El-Al-Eim dijo...

ARQUITECTURA? (y aplicable a otras cuestiones)

"la verdadera arquitectura está siempre en el lugar más inesperado. Donde nadie piensa en ella ni pronuncia su nombre. La arquitectura detesta que se la reconozca y se la salude por su nombre. Se escabulle de inmediato. La arquitectura es un personaje al que le apasiona pasar inadvertido. En cuanto se la descubre y señala con el dedo, se escapa dejando en su lugar a un figurante laureado que porta en su espalda un gran cartel donde está escrito ARQUITECTURA y al que todos se apresuran a rociar con champán, y al que los conferenciates pasean de una ciudad a otra con un aro prendido de la nariz. Ésta es la falsa señora Doña Arquitectura. Y puesto que ella la que luce los laureles y lleva la pancarta, ésta es la conocida del público. [...] Compréndanme, y la falsa señora Doña Arquitectura es la que parece verdadera y la verdadera es la que menos lo parece!¡Y esto provoca confusión, qué gran confusión!
DUBUFFET,Jean "El arte bruto frente a las artes culturales"